
La concept store de Siroko en Madrid materializa la dualidad de los hemisferios cerebrales en una propuesta vibrante, audaz e inmersiva.
Razón e intuición se encuentran en un espacio revolucionario que refleja la esencia de la marca.
SIROKO CONCEPT STORE
FASE: EJECUTADO
LOCALIZACIÓN: FUENCARRAL, 2 MADRID
SUPERFICIE: 110 m2
EQUIPO: ALBERTO ELTINI, MARINA MARTIN, DANIELA GUZMÁN, NATALIA G FENOLLAR, VITORIA DA SILVA
COLABORADORES: ILUMISA, NULA, DECO&YOU
FOTOGRAFÍA: MIGUEL FERNÁNDEZ-GALIANO
La nueva concept store de Siroko en Madrid representa un ejercicio de diseño espacial que trasciende los límites tradicionales del interiorismo comercial. Ubicada en la céntrica calle Fuencarral, este proyecto de 110 m² materializa la esencia dual de la marca a través de una narrativa arquitectónica basada en la dualidad de los hemisferios cerebrales.
Esta propuesta conceptual y material explora la tensión entre lo racional y lo emocional, simbolizando el equilibrio entre la lógica y la intuición que caracteriza a Siroko. El espacio se configura como un recorrido conceptual dividido en dos zonas claramente diferenciadas que representan los hemisferios cerebrales.
El hemisferio izquierdo, diseñado en tonos negros, evoca análisis, secuenciación y precisión. Su materialidad metálica refleja resistencia y especialización, creando un ambiente técnico que conecta con los aspectos más racionales de la marca. En contraste, el hemisferio derecho se presenta en tonos rojos intensos, celebrando la intuición, la libertad y la exploración. Este espacio invita a la aventura y captura el dinamismo inherente a Siroko.
Una imponente estructura bicolor de metal articula y unifica ambos espacios, actuando como elemento vertebrador del diseño. La rejilla metálica que se extiende hasta el techo deja ver las instalaciones, aportando un aire industrial que refuerza la identidad de marca. El pasillo de transición, concebido en tonos neutros, funciona como un espacio de conexión inspirado en la fase REM cerebral, estableciendo un puente conceptual entre los dos ambientes.
El proyecto va más allá del diseño comercial tradicional, transformando el espacio en una experiencia inmersiva que permite a los clientes conectar profundamente con la identidad de Siroko. Cada elemento ha sido cuidadosamente pensado para narrar la dualidad de la marca: el equilibrio entre el mundo de la montaña y el asfalto, entre lo racional y lo emocional.
La materialidad, la cromática y la distribución espacial se convierten así en un lenguaje visual que invita a la exploración. Los probadores, ubicados en el área de transición, completan la experiencia con una atmósfera cálida y acogedora, reafirmando el concepto de integración y equilibrio que define tanto al espacio como a la marca Siroko